Según John Blangero, profesor de genética de la facultad de medicina de UTRGV, el caso de Nora Elia Castillo de Mcallen, tardó 30 años en resolverse, no por falta de ADN, sino por falta de información genética almacenada en la base de datos.

El ADN de Castillo, quien fue encontrada sin vida en el condado Caba en Colorado hace 35 años, fue cotejado con el de su hija, lo que, según información, habría sido fácil, sin embargo, debido a la falta de datos almacenados al momento que se le encontró sin vida, las cosas se dificultaron.

Ahora las entidades policiales también están utilizando marcadores genéticos para ayudarles con los casos aún no resueltos e incluso para identificar a los criminales.

Blangero predice que en unos 50 años casi todos los casos sin resolver estarán resueltos.

Vea el video para completo.