Mientras algunos inmigrantes están a punto de cruzar hacia los Estados Unidos de manera legal, hay otros que les toca seguir esperando al lado mexicano.

Pero entre la adversidad, algunos inmigrantes dicen sentirse agradecidos por lo que tienen durante el Día de Acción de Gracias.

“[Siento agradecimiento por] este gran país nos ha dado la oportunidad de darnos una cita para ingresar," dijo Luanis Hernández, un inmigrante cubano esperando en una fila el jueves cerca del puente Internacional Gateway en Matamoros. "Es una buena oportunidad para los cubanos," añadió.

Para entrar a la fila, Hernández tuvo que pedir una cita a través de la aplicación móvil CBP One. Ahí pudo conseguir la fecha y la hora que le autoriza cruzar la frontera para pedir asilo sin arriesgar una posible deportación.

Pero al borde del río Bravo, también en Matamoros, un inmigrante venezolano sigue intentando conseguir una cita desde un campamento improvisado. Él dice sentirse agradecido que sus familiares en Venezuela siguen vivos.

“Uno extraña sus cosas," dijo Reyes. "Y uno teniéndolas en el país de uno, a veces las toma de alto"

Al otro lado de la frontera en Brownsville, personas y grupos de familias que entraron con una cita, salen a través de una verja ubicada entre un muro de ladrillo cerca del puente Internacional Gateway.

Cerca de la central de autobuses en Brownsville, voluntarios de la organización humanitaria Team Brownsville, tienen bolsas llenas de productos de higiene. Y por tratarse del Día de Acción de Gracias, también prepararon comida típica del día festivo en Estados Unidos, pavo, puré de papa, habichuelas y maíz.

“Con las épocas de fiestas, nos damos cuenta en realidad qué tan bendecidos estamos," dijo Myra Paredes, una voluntaria del grupo Team Brownsville.

Hasta la fecha, grupos humanitarios tales como Team Brownsville reciben entre 50 o más de 100 personas diarias que son liberadas por la Patrulla Fronteriza o agentes de aduanas en el puente internacional. Mientras tanto, varias organizaciones humanitarias en Matamoros creen que hay entre 500 o hasta mil personas viviendo en el campamento de migrantes al borde del río Bravo en la colonia Jardin en Matamoros.