SUTHERLAND SPRINGS - Se llevaron a cabo funerales el miercoles para las victimas del tiroteo en la iglesia de Sutherland Springs.

Llegaron en silencio, sus féretros era transportados sobre los hombros de hombres con sombreros blancos de vaquero.

Se realizó un sepelio privado para una madre y sus dos hijas que murieron la semana pasada en Sutherland Springs.

El mundo conoce a Joann Ward y sus hijas como víctimas del trágico tiroteo en una iglesia, pero para un hombre de Edcouch, Joann era una hija y sus hijas eran sus nietas.

A una hora de distancia, un servicio público mucho más grande se llevaba a cabo por nueve miembros de la familia Holcombe.

Miles asistieron, incluyendo a Johnny Garcia, otro nativo del Valle del Rio Grande. Garcia no era un amigo de la familia.

"No los conocía," dijo.

Es, sin embargo, un padre y un abuelo. "Tengo una nieta."

Garcia también es director de una funeraria en Edinburg.

"Cuando hubo la necesidad, sentí que era un llamado para que ayudara a las comunidades," dijo.

Hace diez días, un atacante entró a una diminuta iglesia y cambió por completo la vida de muchos.

Los funerales de las víctimas finalizaron, pero sus historias, sus legados vivirán a través de sus seres querido y extraños de buen corazón, como Garcia.

"Nuestro mundo es tan grande, pero al mismo tiempo tan pequeño que mucha gente del Valle se ha mudado por varias razones, pero siempre hay una conexión," dijo Garcia.