ATLANTA- Hace menos de un año que esto hubiera sido imposible para Amanda Fair-Evans, de 48 años de edad.

El dolor en su rodilla izquierda era insoportable e intentó medicamentos e inyecciones de cortisona pero finalmente  rogó a su doctor que la operara.

El cirujano ortopédico de Emory,Mathew Pombo pensó  que Amanda sería una gran candidata para el remplazo de una rodilla personalizada.

Un escaneo C-T- de pie de la pierna de la paciente captura la alineación y le sigue un proceso de impresión de tercera dimensión.

Se toma un lapso de seis semanas para que una compañía médica fabrique la rodilla personalizada.

Durante la cirugía los doctores retiran la articulación dañada.

luego utilizando herramientas diseñadas individualmente, los doctores insertan la nueva articulación y la pegan.

Cinco meses después Amanda remplazó su otra rodilla y ahora ha vuelto ha hacer las cosas que le gusta hacer.