Cada año, en la consulta médica anual, muchos adultos se miden la tensión arterial y revisan los niveles de colesterol.

Los médicos se aseguran de que no tengan anemia, que tengan suficiente vitamina D y de que su tiroides esté funcionando de manera correcta. Pero hay una prueba que algunos creen que su médico puede estar pasando por alto y que podría salvar la vida de millones de personas. 

En el ajetreo de la sanidad moderna, hay una prueba crucial que algunos creen que se está colando por las rendijas del diagnóstico.

La diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la artritis, las alergias, el COPD, todas son afecciones potencialmente mortales y todas son enfermedades de inflamación crónica.

"Treinta y cuatro por ciento de las personas, de 20 años o más, tienen, en realidad, una especie de inflamación crónica", agrega Arch Mainous, PhD, Médico, University of Florida.

El profesor Arch Mainous (main-us) estudia el impacto que la inflamación crónica tiene en el cuerpo. Pero la investigación de Mainous (main-us) se enfoca específicamente en las personas que viven en la pobreza. 

"No sabría si lo tengo. Probablemente, no sabrías si lo tienes", agrega Arch Mainous, PhD, Médico, University of Florida.

En uno de los mayores estudios de su tipo, Mainous encontró que las personas con inflamación crónica que también viven en la pobreza tenían un aumento del 127% en el riesgo de morir de enfermedades del corazón y un aumento del 196% en el riesgo de morir de cáncer en los próximos 15 años en comparación con aquellos que tenían solo uno de los factores de riesgo.

"Debería ser una llamada de atención", agrega Arch Mainous, PhD, Médico, University of Florida.

Mainous espera que esta investigación sea una llamada a la acción para nuevas directrices de evaluación.

"No sería más complicado que una prueba de detección de colesterol alto o una prueba de detección de glucosa alta para la diabetes", agrega Arch Mainous, PhD, Médico, University of Florida.

Un nuevo medicamento aprobado por la FDA, llamado colquicina, aborda la inflamación. En particular, reduce el riesgo de infarto y cardiopatía causados por la inflamación.