Las redadas migratorias en nuestra región están provocando algo más que temor entre las familias migrantes. Negocios locales ya reportan bajas ventas y, en el centro de McAllen, varios han cerrado sus puertas por la falta de clientes.

En el centro de Mcallen, un lugar donde normalmente se ven tiendas abiertas y mucho movimiento. Pero ahora, el panorama es muy distinto: puertas cerradas y negocios vacíos. 

Todo esto como consecuencia del temor que han generado las redadas migratorias de los últimos días.

En las últimas semanas, el flujo de clientes ha caído de manera drástica en los restaurantes y negocios del centro.

Según la cámara de comercio de McAllen, las ventas han disminuido en algunos casos hasta un 50%, y varios comercios han decidido cerrar ante la falta de ingresos.

En este restaurante, la propietaria no quiso mostrar su rostro, pero señala que desde el inicio de las redadas en la región, la comunidad migrante, que frecuentemente visitaba su negocio, han dejado de ir a su restaurante.

"Realmente la gente tiene miedo de ir a un restaurante porque tienen miedo que ICE llegue con una redada a X restaurante, entonces los que nos vemos más afectados somos los restaurantes pequeños, los que vamos emprendiendo porque es normalmente donde ellos hacen las redadas", agrega propietaria de un restaurante.

Las redadas de ICE y el incremento de patrullajes han sembrado temor en la comunidad migrante. Muchas familias han optado por no visitar lugares concurridos como mercados al aire libre, bares o restaurantes para evitar ser interrogados por oficiales o arrestados.

"ICE no respeta que algunos lugares son privados, se meten a los locales y se llevan a la gente y eso causa el gran miedo que las personas no quieran salir", agrega Sua De León, residente de McAllen.

Este escenario afecta directamente en la economía local, ya que según señala el economista de South Texas College, Teo Sepúlveda, si un negocio deja de percibir ingresos podría declararse en quiebra o generar menos puestos de trabajo.

"Los mismos restaurantes y tiendas al menudeo de manera natural van a empezar a alentar sus procesos o prácticas de contratación y tiene también sentido porque los mismos clientes están respondiendo de manera más desacelerada", agrega Teo Sepúlveda, economista de STC.

En un recorrido por el centro de la ciudad, pudimos ver varios negocios que han cerrado en los últimos meses. Los comerciantes temen que si el clima de miedo continúa, la situación económica empeore para todos.

Algunos comerciantes señalan que aparte de tener menos clientes, hay empleados que voluntariamente han decidido abandonar sus trabajos ante el temor de caer en una redada o arrestados en el mismo trabajo.