El 4 de julio es un día patriótico para todos los estadounidenses. Es una fecha de celebración, lleno de festividades, pero para otros, puede ser algo lleno de recuerdos amargos.

Estamos hablando sobre los veteranos de guerra. Muchos de estos ex-soldados sufren de ansiedad y del síndrome postraumático.

El olor, el sonido y la vibración de fuegos artificiales pueden provocar un ataque de pánico. El síndrome postraumático es un trastorno de estrés debido a un evento traumático en la vida de una persona.

El 4 de julio es la fusión perfecta para activar estas emociones, la multitud, los sonidos altos, voces altas, todo esto afecta a los veteranos psicológicamente y físicamente.

Felipe Salas, quien además de ser el Gerente del Centro de Veteranos, también es un ex-soldado de la guerra de Iraq.

Él dice, desde su punto de vista, como veterano, como es vivir con el síndrome postraumático al regreso de una guerra y como celebraciones así como la del 4 de julio le afectaba.

"Yo fui tres veces a Iraq, y si me toco estar en varias explosiones y todo. De hecho, me pego y sufrí bastante cuando llegué y regresé. Y lo que hacía es evadía todo, no salía al cine. Yo llevaba mis hijos en las mañanas, en los domingos, donde había nadie, gente porque no quería estar cerca de multitudes, los fuegos artificiales, todo eso," explico Salas.

Salas ha podido conquistar y superar su trastorno de estrés postraumático y dice que quiere lo mismo para muchos veteranos que están sufriendo y se encuentran en el mismo lugar que él hace muchos años.

En nuestra próxima hora de transmisión, Salas estará brindándonos sus recomendaciones y los recursos para los veteranos este fin de semana feriado y como ellos también pueden gozar de nuestro día de independencia sin tener un ataque de pánico.