Gabriela Mendoza, madre de familia en el distrito escolar de Roma, es una de las residentes que respalda el nuevo centro escolar.

"Tu vida cambia al 100% y muchas veces no entendemos por qué", expresó Gabriela Mendoza, mamá de Javier Ángel Garza.

Javier fue diagnosticado con autismo desde sus escasos ocho meses de edad, sin embargo, la enfermedad nunca fue un obstáculo para su vida pese a las adversidades. 

"Cuando era pequeño yo lloraba porque yo decía cuando me muera quién lo va a cuidar", contó Mendoza.

Tras 20 años de vivir al lado de Javier, lo que más le preocupa a ella es acerca de la independencia de su hijo.

"Nunca dejábamos que se acercara a la estufa porque estábamos preocupados", agregó Mendoza. 

Para ponerle fin a estas y muchas más preocupaciones no solo a Javier y Gabriela, sino a más de 12 familias del distrito escolar de Roma, a finales del mes agosto, abrirá sus puertas el nuevo centro de formación. 

"En lugar de sentirse como estudiantes de secundaria, comenzarán a sentirse como si ya fueran adultos", agregó Adrián Guerra, director de educación especial de roma ISD. 

El director Guerra sostiene que su distrito escolar asignó 110.000 dólares para renovar y abrir el centro de vida esta misma semana.

"Este edificio está destinado a albergar a los estudiantes y hacer su transición a la vida laboral; serán empoderados para poder salir y ganarse la vida como miembros contribuyentes independientes de la sociedad", agregó Guerra. 

Los estudiantes de 18 a 21 años que completaron los requisitos de la escuela secundaria y son diagnosticados con necesidades especiales pueden asistir al centro educativo. 

Los alumnos también aprenderán a cocinar, limpiar, hacer sus camas, realizar jardinería y hacer barbacoas. 

"Si muero seré feliz sabiendo que Javier es autosuficiente", finalizó Mendoza.