Hace tres semanas, el gobierno federal otorgó cerca de cinco millones de dolares a clínicas en todo el Valle del Río Grande.

Pero ahora con la falta de clientes, sus presupuestos empiezan a decrecer.

Miles de personas dependen de servicios ofrecidos por los centros de salud calificados a nivel federal.

Cuando empezó la pandemia, los clientes fueron notificados que permanecieran en casa y hasta el momento no han regresado.

El Centro de Salud Comunitario en Brownsville observó una baja notoria en visitas.

Lucy Ramirez Torres, quien trabaja con Nuestra Clínica dice que están usando cerca de 1.5 millones del dinero federal para dos cosas:

"Parte del dinero que recibimos lo estamos usando para las pruebas. La otra parte es para pagarle al personal," menciona Ramirez.

La Clínica de Salud Comunitaria de Brownsville está haciendo lo mismo.

Las dos clínicas ofrecen las pruebas del COVID-19 a sus clientes actuales.

También están tratando de sobrevivir como negocio.

La clínica usa los fondos para sostenerse y para asegurarse de que pueden seguir ofreciendo sus servicios al público cuando regresen.

"Tenemos la esperanza de poder reducir el número de personas que dejan su trabajo por el temor a contraer el COVID-19. Y al parecer está funcionando. Hemos tenido dos, quizá tres personas que han renunciado."

Nuestra Clínica también tuvo al menos 3 renuncias. Tuvieron que cerrar tres de sus ubicaciones temporalmente.

Por ahora, la gente tiene temor de entrar a las instalaciones médicas, pero no solamente por temor al virus.

Las clínicas atienden a la gente sin seguro y no hacen preguntas acerca de su estatus migratorio.

También les afecta el transporte, no hay mucha gente viajando en autobuses durante este tiempo.

Pero aún así, se le pide al público que no sean negligentes con su salud.

Las clínicas hacen todo lo posible para desinfectar, separar, y asegurar a sus clientes que pueden regresar porque el lugar es seguro.

La directora ejecutiva de The Community Action Corporation of South Texas, Ann Awalt nos reiteró lo que escuchamos de las demas clínicas, que están agradecidas por el dinero, pero lo más difícil parece ser tener acceso a los materiales para las pruebas.

Cuando las cadenas de abastecimiento liberen más recursos, podrán ofrecer más pruebas.