BROWNSVILLE – Aves con tan solo unas cuantas onzas de peso están invadiendo los patios y jardines de los residentes, y un hombre del Valle se esmera en asegurarse que sus comederos están siempre con alimento.

Los colibríes llegan a los jardines con hambre y vuelan directamente hacia los llamativos comederos. Jesse Gaspar, de Brownsville, ha estado alimentando aves durante 10 años. Él empezó con un comedero.

“Ahora tengo cinco porque hay cerca de cincuenta que vienen cada año. Ellos migran al sur a Centro y Sur América.  Y tienen hambre, mucha hambre,” dijo. “Están sedientos por ese néctar.”

Las pequeñas aves recuerdan perfectamente los patios que tienen comederos. Tienen dos temporadas, dijo Gaspar. En el otoño, es agosto y septiembre y en la primavera es abril y mayo.

“Los machos vienen primero y es cuando noto que están aquí. Luego llegan las hembras,” dijo.

Algunos de los colibríes pueden alimentarse sigilosamente y otros son quisquillosos para comer, y cambian rápidamente a otro comedero. También hay ciertos pájaros que pueden ser muy posesivos.

“Y pelean entre sí. Son muy agresivos cuando se trata de comer,” dijo Gaspar. “Los puede uno escuchar cuando se golpean en el pecho o en el pico.”

Si la gente permanece callada e inmóvil, las pequeñas aves no los ven como un peligro y continuarán visitando ese lugar. Ellos tienen su propio sonido.

Gaspar  es un verdadero entusiasta y planea su temporada de acuerdo a esto.

“Siempre estoy consciente de cuándo deben estar aquí.  Y trato de no ir a ninguna lado para poder alimentarlos,” dijo.

Los colibríes solo pueden pesar unas cuantas onzas, pero son una gran parte del mundo aviario.