Con honores por su gran trayectoria al servicio de la comunidad, se le dio el último adiós al jefe de bomberos de Edinburg, Shawn Snider.

Su cuerpo fue sepultado en el cementerio Hillcrest Memorial Park, en donde acudieron cientos de personas a despedir y recordar el legado que deja el jefe Snider.

Snider, de 58 años, falleció el primero de mayo debido a las complicaciones del cáncer.

Cientos de residentes de la comunidad y personal de diferentes departamentos de bomberos mostraron su apoyo al apreciado compañero por el impacto que dejó en la comunidad.

"Este es un ejemplo del amor que el planto y el impacto que tuvo no solo en la comunidad, pero también en el departamento de bomberos, en el estado de Texas, aquí en el valle, en el estado de Texas y también en México", expresó Octaviano Hernandez con el Departamento de Bomberos de Edinburg.

El jefe Snider prestó servicio en la ciudad de Edinburg durante más de tres décadas. Ingresó por primera vez al departamento de bomberos de esa ciudad en 1991.

Su pasión y dedicación al trabajo lo ayudaron a escalar de puesto rápidamente, fue nombrado jefe solo 8 años después de unirse al departamento.

Snider es recordado no solo como un modelo a seguir, sino como un hombre que siempre pensó primero en los demás antes que en él.

Su legado de valentía y servicio se extiende mucho más allá de la línea del frente.

"El comandante Snider fue una persona muy capaz, una persona que siempre estaba dispuesta a dar la mano a quien fuera. Apoyó e impactó de forma positiva a mucha gente, no únicamente en sus carreras profesionales, sino también a nivel personal, siempre fue una persona que estuvo dispuesta a compartir en cualquier momento a escuchar y a dar consejos si fuese necesario", comentó Juan Gloria, comandante interino del departamento de bomberos de McAllen.

Una celebración de vida para un hombre que dedicó su vida al servicio. Un legado que vivirá más allá de la última llamada.