El último testimonio en el caso contra el hombre que alega locura en un tiroteo mortal en 2016 en un H-E-B en Palmview se escuchó el viernes.

El psiquiatra que entrevistó a Raúl López el año pasado subió al estrado para hablar sobre lo que estaba pasando en su cabeza en los eventos previos al tiroteo.

"Pensó que la gente hablaba de él", dijo el psiquiatra Dr. Michael Arambula. "Hablaba solo; sospechaba de los demás. Pensaba que la gente se burlaba de él, que intentaban hacerle daño... momento del incidente".

Arámbula testificó sobre lo que leyó en los informes policiales y de historial médico antes de la entrevista con López. Dijo que López no respondería muchas preguntas.

“No recordaba nada y también afirmó amnesia con algunos de los otros expertos”, dijo Arambula, y agregó que las afirmaciones eran inconsistentes con las declaraciones anteriores sobre el tiroteo.

“Recordó el vidrio roto, la gente cubriendo, bajando para cubrirse, disparó muchas veces y luego recargó, y no disparó toda la recarga, y luego se fue”, dijo Arambula. “Pensé, en otras palabras, que era un buen recuerdo de lo que hizo".

Arambula hizo referencia a informes que decían que cuando arrestaron a López, cuestionó por qué estaba allí, cuánto tiempo estaría bajo custodia, si enfrentaba la pena de muerte y ofreció justificaciones.

“Él no quería lastimar a nadie, solo quería asustarlos”, dijo Arámbula. “Estaba cansado de acosar”.

La defensa se aseguró de que el jurado supiera que gran parte de lo que Arámbula estaba informando provenía de los informes que leyó, y preguntó por qué el psiquiatra no dio el paso adicional de hablar con la familia de López.

Arámbula dijo que su objetivo era evaluar la aptitud de López para ser juzgado. Los síntomas que describió el acusado (insomnio, ansiedad, paranoia) no se suman a un diagnóstico más grave como esquizofrenia o manía bipolar, dijo.

"A menos que alguien tenga una enfermedad mental grave que impida saber que está mal, automáticamente sabemos que está mal, eso es según mi entrenamiento", dijo Arambula. "Entonces, sí, él sabía que lo que estaba haciendo estaba mal".

El jurado decidirá si López sí sabía distinguir el bien del mal.

Se esperan argumentos finales en el juicio el lunes 28 de marzo.