WESLACO - La diabetes es una enfermedad muy seria, que miles de personas en el Valle padecen.

Un diagnóstico usualmente recomienda un cambio en el estilo de vida y medicina pero eso puede ser costoso.

Las recetas modicas, insulina, las visitas al doctor, todo puede llegar a costar miles de dólares.

Sin antecedentes de diabetes en su familia, aun así Gerardo Estrada se encontraba sentado en la oficina del doctor nervioso por el diagnóstico. 

"De repente, mis ojos estaban borrosos, no podía ver bien, fue ahí cuando decidí ir a ver al doctor, no  sabía que estaba pasando, fue ahí cuando me dieron mi diagnóstico."

Los doctores le dijeron a Estada que su alto nivel de estrés era el culpable. Después de la primera impresión, él dice que intentó ver el lado positivo. 

"El ser diagnosticado con diabetes no es el fin del mundo, solo tienes que encontrar una mejor forma de vivir," comentó. 

Él comenzó a hacer cambios en su dieta, a comer más frutas y verduras. Estrada dice que incluso comenzó a meditar para ayudarse a mantenerse

libre de estrés.

"Tienes que cerciorarte cuidarte de la forma apropiada porque el cuerpo se irá deteriorando." 

Estrada dice que  el costo de sus medicinas es una constante preocupación para él. 

"Son muy caras, un frasco de medicina con treinta pastillas cuesta más de $300," dijo. 

El no tener seguro de salud significa que Estrada tiene que pagar sus medicinas.

"Hay ocasiones que tienes que decidir si pagar un recibo de servicios públicos o tu medicina. Estás destinado a gastar todo tu dinero todo el tiempo,” añadió. 

Él dice saber qué cambios tiene que hacer en su vida y los medicamentos que tiene que tomar para hacer una diferencia.

"Tengo niños pequeños. Sé que me necesitan, trato de cuidar de mí mismo." 

Estrada nos cuenta que ha estado en busca de programas que lo ayuden a solventar algunos de los costos asociados con su diagnóstico. Agregó que su salud no tiene precio, así que se asegurará de hacer lo que tenga que hacer para vivir una mejor vida.