La pandemia del COVID-19 no solo ha afectado nuestras rutinas diarias pero también los cultivos.

Estas semanas de cuarentena han sido las semanas para cosechar cebolla en el Valle de Texas, pero la incertidumbre por el COVID-19 ha cambiado el panorama.

Tommy Hanka es un agricultor de legumbres en el Valle. Aunque planea distribuir sus cebollas para la venta, por cierre de restaurantes hubo muchas otras legumbres como la espinaca y el cilantro que tuvieron que dejar a perder.

A veces tiene más sentido dejar que los cultivos se echen a perder, dice Hanka, explicando que si no hay una demanda no vale la pena gastar dinero en cosechar, empacar y enviar el producto a sus clientes.

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