Albergues como los de Caridades Católicas en McAllen han sido el blanco de ataques por parte de líderes republicanos, argumentando que estos grupos están fomentando el contrabando humano.

Esta semana, el procurador de Texas, Ken Paxton, está demandando a un albergue en El Paso, acusando a la organización de ayudar a las personas, entrar al país de manera ilegal y operar una casa de seguridad.

Un activista piensa que este tipo de acciones legales, y una nueva ley que le da el poder a la policía de detener a personas indocumentadas, pone en peligro al resto de la población.

“Una persona con las mismas ideas que tiene el gobernador Greg Abbott — que hay una invasión de criminales — fue a mi ciudad natal de El Paso... y empezó a dispararle a la gente dentro de un Walmart, matando a 23”, según Fernando García, el director del grupo Red Fronteriza por los Derechos Humanos. “Así de terrible es esta narrativo, están convirtiendo el odio en una ley”.

En este momento, varias organizaciones están demandando al gobernador Abbott para evitar que tome efecto la ley SB 4 el 5 de marzo.

Bajo la ley, la policía tendrá la autoridad para detener a personas sin estancia legal en los Estados Unidos. 

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