Ante la cercanía del verano, el servicio forestal de Texas A&M y autoridades relacionadas han dado a conocer las estadísticas de incendios forestales antes del verano. 

En lo que va de este año, la actividad de incendios forestales ha estado por debajo del promedio, debido a las lluvias frecuentes en todo el estado.

“El año pasado estábamos de fuego en fuego”, explicó Ángel López Portillo, portavoz de los servicios forestales de Texas A&M. “Este año ha habido más humedad y lluvias, ciertos lugares tienen más lluvias que otros”.

Según el último reporte de Texas A&M, desde el 1 de enero, los bomberos estatales y locales han respondido a 1.166 incendios forestales que han quemado 39,167 acres en todo el estado.

Es algo que, para la misma fecha del año pasado, los bomberos habían respondido a 6.343 incendios forestales que quemaron más de 518.000 acres.

“Estamos en la temporada en que estamos entrando a los calores más fuertes, y obviamente van a seguir incrementando las temperaturas”, según Juan Gloria, el jefe de bomberos de McAllen.

“Últimamente, hemos estado experimentando bastantes lluvias y tormentas como ya lo sabemos, y eso ha ayudado a que no existan zacatales ni pastizales".

Dada la conmemoración del día de los caídos este fin de semana, fecha que marca el comienzo no oficial del verano, las autoridades invitan a la comunidad a prepararse para los incendios forestales.

A pesar de la diferencia en los niveles de actividad, la amenaza de incendios forestales es continua para el estado. 

Según los últimos reportes de los centros de diagnósticas de Texas, de cuatro a cinco semanas de condiciones secas darán como resultado un aumento sustancial en la actividad de incendios forestales, a medida que la vegetación se seque y se vuelva receptiva a la quema.